lunes, 15 de marzo de 2010

Lo épico. Greta García

Cuando hablamos del adjetivo “épico” hablamos de un evento, un suceso, una historia que merece ser contada. Por ello la épica popular y la épica culta narran grandes epopeyas, increíbles odiseas y en ocasiones tareas sobrehumanas realizadas por héroes. El héroe épico es un héroe con linaje, es un individuo importante que está por encima del promedio; el héroe es entonces un ser extraordinario capaz de cumplir misiones más allá de las capacidades de cualquier mortal y tiene un destino marcado, su mayor gloria es morir con honor y en combate. En la épica homérica el héroe tenía intromisiones divinas durante la realización de sus hazañas, para bien o para mal; ya en la épica culta posterior al politeísmo griego hay ciertamente un componente religioso en las narraciones épicas, pero no hay necesariamente una interacción entre el héroe y entidades superiores, ni para apoyarlo ni para hacerle más encarnizada su misión. Por ello hoy en día utilizamos el adjetivo “épico” para describir situaciones en las que contra todo pronóstico triunfa quien menos oportunidad tenia, como por ejemplo en eventos deportivos donde en la final equipos rivales se disputan un trofeo, o cuando ocurre algún evento marca un hito en la historia digno de ser conservado en la memoria popular.